Hace unos dÃas comentaba con una amiga, que también vive en Corea, la posibilidad de volver a España vÃa Bangkok (antes que dieran el golpe de estado). Esto es, aprovechar y viajar a algún paÃs del sureste asiático, como puente a Europa. Ella pensaba que Bangkok estarÃa más cerca de España que Corea, concepto que tuve que discutirle. De hecho, aunque parezca absurdo, Seúl y Bangkok están exactamente a la misma distancia de Barcelona. Y para rematar, Hanoi un poco más cerca.
Estamos acostumbrados a ver el mapa del mundo con la proyección de Mercator. Pero no es mala idea tener en mente un mapa azimutal centrado donde residamos. Por ejemplo, el de Seúl nos muestra detalles muy curiosos, como:
- Nueva Zelanda está tan lejos como España
- Sydney queda a la misma distancia que BerlÃn
- Para ir a España “caminando”, hay que ir más hacia el Norte que el Oeste
- De hecho, casi todo queda por encima de la lÃnea Este-Oeste: América, Africa, Europa…
En definitiva, las cosas no son lo que parecen sobre una superficie curva.
Si miramos un mapa azimutal centrado en Barcelona (click para ampliar), también veremos que las distancias mentales que damos por sentadas son erróneas. Y también las direcciones. Por ejemplo, para ir desde Alicante a Corea en un hipotético vuelo directo, hay que enfilar al noroeste y pasar por Barcelona, a pesar que Seúl tiene la latitud de Murcia.
Si os interesa hacer vuestro propio mapa azimutal, hay un servicio en internet para generarlo. Yo suelo poner como distancia máxima del borde a 10,000 km, que es justo la mitad de la circunferencia terrestre. De nada.
Es muy curioso, parece que la tierra vuelve a ser plana, a efectos de una mejor interpretación sobre el papel. ¿Nuestra mente esta mejor adaptada para las dos dimensiones? O la costumbre de interpretación no llega fuera de los ejes matemáticos mÃnimos (ancho, largo). Con razón las teorÃas de los espacios vectoriales, fuera de mi mente, me siguen resultando, en cierto modo, esotéricos.
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