Volar al revés no es a volar bocaabajo o hacia atrás. Me refiero a contrastar los precios vuelos en una dirección y en otra. A los que hemos vivido en dos continentes nos ha pasado encontrarnos con una situación muy ilógica.
Por ejemplo, vuelo de ida y vuelta entre Barcelona y Seúl, con una escala, misma compañÃa:
- Salida 17-Marzo desde Barcelona, vuelta 1-Abril desde Seúl, precio: 470€
- Salida 17-Marzo desde Seúl, vuelta 1-Abril desde Barcelona, precio: 1240€
¿Son las compañÃas racistas con los asiáticos? Claro que no. Simplemente las aerolÃneas usan algoritmos para optimizar precios, atendiendo a una gran cantidad de factores. Ofrecen precios según la oferta, la demanda, las fechas (festivos, temporadas), precios de la competencia, etc.
En el ejemplo de arriba, la razón del precio asimétrico es bastante claro: en Asia hay mucha más gente que en Europa, asà que la demanda es mayor, por lo que pueden subir los precios y seguir llenando aviones. Si has tomado un avión a Corea, recuerda cuantos occidentales vs orientales habÃa. A los escasos europeos nos tienen que incentivar para que acabemos comprando.
Si miramos los vuelos de ida (sin vuelta), el caso es aún más raro:
- Salida 1-Abril, Barcelona-Seúl, precio: 550€
- Salida 1-Abril, Seúl-Barcelona, precio: 700€
¿Absurdo? No, los vuelos en una dirección no los toma la persona que va de turismo un par de semanas. Es más probable que sean comerciales o ejecutivos que van dando saltos por la región. Por tanto, probablemente sus empresas le paguen el vuelo. Súbase los precios. Aunque el vuelo de ida y vuelta sea más barato.
Hay innumerables leyendas urbanas sobre cuándo y cómo comprar vuelos. Algunas son absurdas; por ejemplo, comprar en el último momento significa en realidad que tienes una urgencia, asà que la aerolÃnea te va a sacar un riñón. Lo mismo con los hoteles (sé lo que digo, trabajé en una web de hoteles). De todas formas, hoy en dÃa hay tantos factores en juego que es difÃcil marcar reglas.
La única recomendación es contrastar precios y alternativas con varios metabuscadores. Probar todo, desde cambiar el origen y destino, a fechas, o incluso combinaciones que a priori no tienen sentido. A veces hacer una escala más (ilógico) es más barato. A veces, si vuelas sólo en una dirección vale la pena mirar precio de ida y vuelta, y tras comprar pedir la cancelación de uno de los trayectos (normalmente devuelven las tasas, según mi experiencia).
Estos complejos algoritmos también se usan en hoteles y en trenes. Por ejemplo, hace poco compré un billete de tren hasta una parada más que mi destino (¡absurdo!) porque era 10€ más barato que el billete hasta mi destino (donde me acabé bajando). Ni me imagino la razón de ese precio.
¡Buena caza!