La 1ª vez que subí a Bongwonsa(봉원사) en Seúl fue una noche de mayo. Los templos budistas en esas fechas están decorados por la festividad del nacimiento de Buda. Miré el mapa y vi que, desde mi casa, en unos 20 minutos andando podría llegar. Al llegar me sorprendió la majestuosidad del edificio principal junto a la montaña. Empecé a hacer fotos nocturnas hasta que el guarda me dio un susto de muerte al aparecer entre sombras y preguntarme que hacía allí.
Este templo no sale en las guías de Seúl por estar fuera de zonas turísticas. Pero si tienes pensado cenar por Sinchon, vale la pena llegar antes a la zona y tomar el bus 7024 en misma calle de Yonsei, que te lleva montaña arriba en 10 minutos. De la parada del autobús (justo cuando da media vuelta para bajar la montaña) al templo (mapa) hay escasos 150 metros.
Volví a subir a Bongwonsa en verano al ver que cada agosto hacen un festival de flores de loto, justo cuando florecen. Me pareció raro, pues el templo no tiene estanques (sólo uno pequeño a la entrada), así que fue una sorpresa ver que habían llenado la explanada de enormes macetones con agua y flores de loto.
En Seúl son famosos los templos de Jogyesa(조계사) en Insadong y de Bongeunsa(봉은사) junto al COEX, paradójicamente situados en plena ciudad, llenos de turistas, faltos de paz. Así que acercarse a Gilsansa (길산사, en el área de Hyehwa) o a Bongwonsa es una buena opción para sentir la tranquilidad del budismo sin salir de Seúl. Oír los cánticos de los monjes y el sonido de los pájaros. Explorar los recovecos y descubrir estatuas sorprendentes.
Desde Bongwonsa continua un camino hasta la cima de Ansan, a unos 30 minutos andando. Desde arriba hay una vista de la ciudad, e incluso la posibilidad de bajar por el otro lado y llegar a la prisión de Seodaemun.
Algunas fotos de Bongwonsa: