Los números en coreano son todos palabras de una sola sílaba. Concretamente:
0. gong/yeong(공/영), 1. il(일), 2. i(이), 3. sam(삼), 4. sa(사),
5. o(오), 6. yuk(육), 7. chil(칠), 8. pal(팔), 9. gu(구)
Ya había leído hace tiempo que tener nombres cortos hace que sean mejores en matemáticas; o, al menos, recordando números. El otro día un amigo coreano me hizo precisamente ese test: tratar de recordar un número de 8 cifras de un vistazo. Fallé. En parte porque, como la mayoría de gente, los números los recuerdo como sonidos y no como imágenes; además los intenté recitar en inglés (hablo con este amigo en inglés); y finalmente porque me mostró el número sin decir explícitamente que lo recordara. Luego me contó que en televisión preguntaban a gente en la calle y verificaban que los occidentales no recordaban números de teléfono fácilmente.
Y hablando de números de teléfono, ¿sabías que?…
En Corea se muestra el número de teléfono en el parabrisas.
En la mayoría de coches se puede ver el teléfono del propietario incluyendo su nombre. Algo que puede parecer sin sentido en Europa, mostrar algo privado públicamente, es normal en Corea. Básicamente como “servicio público”, esto es, si el coche por alguna razón está molestando, es muy fácil contactar con el propietario para pedir que lo mueva.
Hay que contar con la premisa de: aparcar en Seúl es muy difícil. Más que en otras ciudades, porque normalmente las calles no tienen espacio habilitado para aparcar. Seúl es en realidad un montón de barrios con calles estrechas sin acera, separados por enormes avenidas. Así que, o aparcas en un aparcamiento privado, o en algún hueco, donde probablemente acabes molestando.
Recuerdo un caso de una amiga que aparcó al lado de la entrada de una escuela; a mitad de comida la llamaron porque el autobús escolar no podía entrar, así que dejó la sopa y fue a mover el coche.
Por supuesto, como se ve en las imágenes, cada uno muestra su teléfono con el estilo y diseño que quiere. El clásico es una pequeña placa con los números (se puede comprar en todos lados). Otro muy popular es usar un cojín bordado, supongo por dar sensación de comodidad o seguridad dentro del coche. El cojín parece típico de mujeres, y de hecho en la 2ª imagen parece que el marido usa la placa y la mujer el cojín. Finalmente está el del trabajador de la construcción: el trozo de papel.
Este último caso tiene un detalle para hablar en otro post. Los coreanos usan los números arábigos pero los escriben de una manera muy rara. Muchas veces son difíciles de entender. ¡Y ellos también tienen dudas cuando ven un papel con números escritos por un occidental! Un ejemplo típico son los avisos postales, indicando que tengo que pasar por correos a por un paquete… y ¿sabías que?…
Los coreanos usan DOS direcciones para las casas.
Debido a la ocupación japonesa de Corea (1910-1945), en Corea se empezó a utilizar el sistema japonés de dirección postal. En lugar de usar el típico calle + número, los japoneses usan barrio + nº de edificio. Por ejemplo, en lugar de “Calle Colón, 85”, se usa “Barrio Tetuán, 439”. Los japoneses defienden el sistema diciendo que realmente no vivimos en una calle, sino en un edificio de un barrio. Pero es menos práctico.
Por eso el gobierno coreano implantó el sistema occidental de dirección postal, esto es, calle y número. Sin embargo, si bien algunas calles grandes tienen nombres, la mayoría toma el nombre estilo afluentes. Por ejemplo, la 3ª calle (la “D”) que desemboca en la 2ª calle que desemboca en Yonsei-ro” es “Yonsei-ro 2da-gil”. Así que, es igualmente complicado.
Ambos sistemas de dirección postal funcionan a la vez. Por ejemplo, en las inmobiliarias usan el viejo, en las oficinas de gobierno el nuevo. Al final el pobre cartero tiene que ir marcando equivalencias. En las imágenes, se ve que debajo de la placa con la dirección nueva, el cartero ha escrito la vieja. Si uno mira con cuidado, absolutamente todas las casas tienen en algún lado escrita la dirección vieja. Y si la casa es vieja, se ve la pegatina que repartió el gobierno con “y mi nueva dirección es __” para pegarlas junto a la vieja placa.
En resumen, ser cartero en Corea debe ser un caos. Pero siempre llega, como he podido comprobar en numerosas ocasiones.
Y luego vendrá alguien que pensará que es un lío y lo volverá a cambiar XD y ya serán 3…
Me recuerda a una cosa de “The name of the wind”
Un post sobre números coreanos y no has hablado de la tetrafobia? 😉
¿Hablar del número cuatro, que leído en coreano es igual que muerte? ¡Toco madera! 😛