Hace unos días estuve de nuevo en el mercado de medicina tradicional de Yangnyeongsi de Seúl (서울 약령시). No porque me duela nada, sino que iba buscando algún ingrediente raro para mis creaciones panaderas.
Si visitas Seúl, este mercado queda relativamente lejos de las principales atracciones. Solo tiene sentido echarle un vistazo si comes en el mercado de Gwangjang (광장시장) y vas paseando por el mercado de ropa de Dongdaemun (동대문시장), luego el mercadillo tradicional de Sinseol-dong (풍물시장), hasta llegar a la parada Jegi-dong (línea 1), donde está este mercado. La otra opción es si quieres pasear/correr por arroyos: empiezas en Jegi-dong, y bajas por el riachuelo que hay (dirección sur, unos 700m) hasta tropezarte con el arroyo Cheonggyecheon, que puedes remontar hasta su origen (unos 5Km).
Este mercado de medicina tradicional tiene una calle principal y unas 3 secundarias. Básicamente hay mucho producto vegetal (hojas, corteza, raices) y curiosidades procedentes de animales (como cuernos de ciervo). Te lo venden en formato “original”, en pastillas (muy usadas en medicina oriental) y en polvo.
La primera vez que fui compré té. El té que venden en casi todas las tiendas es un té verde bastante insípido. Pero en una tienda vendían chakseolcha, un té auténticamente coreano con unas características muy particulares. Y a precio de risa.
Sin embargo, esta vez fui a por “algo” en polvo. Algún extra para añadir a los panes que horneo últimamente. En una esquina de la calle principal hay una tienda muy especial con montones de cilindros llenos de polvos (como se ve en la foto). Polvos de, por ejemplo: aloe, azafrán, bellota, canela, extracto de ginkgo, cactus de 100 años, hojas de flor de loto, semillas de flor de loto, raíz de arrurruz, árbol de pasas, angélica, aguaturma…
Al final fui un “clásico” y simplemente compré aloe en polvo. Una buena bolsa por 3 euros. Días después usé el polvo para hacer el pan que se muestra en la foto. Simplemente cambiando en la receta 1/4 del contenido de la harina por el polvo verde. El resultado, un pan que debería saber a aloe, pero que sabía a pan normal… ¿pero, a qué sabe el aloe? Pues no lo sé, a pesar que en Corea venden bebidas reconstituyentes de aloe.
Llevé este pan a una de mis cafeterías favoritas y lo di a probar a la gente. Todos muy sorprendidos por el buen sabor, hasta que dije “es un experimento, añadiendo aloe en polvo”. ¡No debí haber usado la palabra “experimento”!
Os lo he dado a probar para saber si os morís entonces no comerlo yo… XD ¡no debí haber dicho eso! XD