La primera vez que fui a Corea solÃa comer en un pequeño restaurante cercano a mi alojamiento. Sin saber casi nada de coreano, ni gastronomÃa, siempre solÃamos pedir lamyon (la versión coreana del ramen). Pero un dÃa, junto al compañero de piso californiano, decidimos probar cosas al azar, señalando en el menú…
Fue la primera vez que comà tokboki (ë–¡ë³¶ì´, romanizado como “tteokbokki”). Era enero, con temperaturas negativas de dos dÃgitos, pero de postre tomé helado. Al pagarle, el camarero me dijo “hot, hot?”. Era lo más picante que habÃa comido nunca, pero me acabé el plato.
Años después, ya acostumbrado al picante coreano, puedo comerlo sin mayor problema. El tokboki (“tteok frito”) es la comida más habitual de los puestos callejeros en Corea, aunque también hay restaurantes especializados (más recomendables). Y este fin de semana fui al “origen”.
En 1953, recien acabada la guerra de Corea, una anciana llamada Mabokrim instaló su restaurante en un solar en el barrio de Sindang-dong en Seúl. En aquellos tiempos el tokboki era salado, mezcla de freir tteok (pasta de arroz) con carne y vegetales. Una receta que venÃa de la dinastia Joseon. Pero a esta señora se le ocurrió añadir gochujang (salsa de chile). El resultado, tokboki picante, fue tal éxito que rápidamente se extendió por toda Corea, debido a su precio barato y buen sabor.
El restaurante todavÃa sigue en Sindang-dong, y alrededor del mismo se ha formado una calle con restaurantes similares. Los coreanos la consideran el kilómetro cero del tokboki. De hecho, los propios restauradores han creado la denominación “Sindang-dong tokboki”.
Probé a comer en Sindang-dong, y estaba bastante bueno, pero nada que no pudiera comer en cualquier restaurante similar en Seúl. La olla base incluÃa tteokk, lamyon, fideos de arroz, vegetales, empanadas fritas y chile. Paradójicamente todo el mundo comÃa con tenedor, ya que no habÃan palillos. Tras la comida, un par de imprescindibles yogures ayudaron a asentar la bomba en el estómago. Mi recomendación es ir a Sindang-dong solo si estas muy aburrido.
Es gracioso como uno se va haciendo a estos sabores a priori tan extremos para los que no estamos acostumbrados de nuestra casa. No te das cuenta pero seguro que ahora comemos cosas que hace 15 años no hubiésemos podido, y no sólo picante.
Mi yo de hace 15 años jamás creerÃa lo que como ahora, ¡sin duda!
Cosa que me hace imaginar que comeré dentro de 15 años…