A veces apetece salir a explorar las afueras de Seúl, y encontrarse con la naturaleza o con la historia. Esta vez fuimos a visitar Haengjusangseong (행주산성), la “montaña fortaleza”.
Tomando el bus 921 desde Sinchon, pasando por el parque del estadio olímpico y siguiendo el cauce del río Han, se tardan unos 40 minutos en llegar a Haengjusangseong (행주산성). La parada nos deja en un pequeño pueblo junto a la montaña, un lugar lleno de restaurantes donde probar algunos platos del campo coreano. La ruta caminando hasta la puerta de la montaña es bien sencilla y está claramente señalizada.
Esta montaña alojaba una fortaleza que fue clave en la lucha contra las invasiones japonesas. Es famosa especialmente por “el asedio de Haengju“. Durante tiempos de Yi Sunshin, los japoneses trataron de tomar la la región de Goyang, y esta montaña junto al río Han era un lugar estratégico esencial. El general coreano Gwon Yul fue capaz de repeler más de 10.000 japoneses con solo 2.300 guerreros, incluyendo monjes que se unieron voluntariamente. La leyenda cuenta también que las mujeres de pueblos cercanos ayudaron subiendo piedras con sus faldas hasta la cima de la montaña.
Hoy en día no queda ni una pared de la fortaleza, y es simplemente una colina con varios caminos donde pasear. A la entrada hay un santuario en honor al general Gwon Yul y en la cima hay un par de pabellones y un monumento recordando la batalla.
El lugar es interesante para dar un paseo, observar la estupenda vista del río Han desde arriba, y poco más. Personalmente me decepcionó un poco, pues esperaba ver murallas, pero está bien como colina donde relajarse una mañana entre árboles y luego comer en el pueblo.
Algunas fotos del lugar: