Vivir en Seúl, la segunda mayor área metropolitana del mundo (Tokio es la primera), es muy estresante. El tráfico intenso tanto de vehÃculos como de viandantes, el ritmo de la ciudad, el aire contaminado, y otros factores, minan diligentemente todo cuerpo humano. Asà que buscando un poco de calma nos dirigimos hacia ë‘물머리(du-mul-mo-ri), “la cabeza de dos aguas”.
Llegar a Dumulmori es fácil. Basta tomar la lÃnea jungang (ì¤‘ì•™ì„ ) del metro en Wangsimni e ir hasta Yangsu (양수, “aguas gemelas”), en unos 45 minutos. Una vez allà hay se puede empezar el paseo por una pasarela para peatones que va junto a uno de los rÃos. Alternativamente se puede alquilar una bicicleta junto a la estación. De hecho hay un carril bici que viene desde Seúl y llega hasta Yangpeyong.
La belleza del lugar radica en la naturaleza. Dos masas enormes de agua, el Buk-hangang (rÃo Han norte) y el Nam-hangang (rÃo Han sur) se encuentran para formar el Hangang, antes de su paso por Seúl. Además, hay otros pequeños rÃos que también desembocan por la zona. Pasear junto al borde del agua ofrece un espectáculo relajante, ataviado con bruma por la mañana y majestuosidad el resto del dÃa.
La lengua de tierra que separa ambos rÃos incluye un pequeño pueblo, estanques, varios jardines y puentes. Es recomendable visitar el jardÃn Semiwon (atención que no se permiten bicicletas) y de ahà cruzar por un puente de botes hasta el área principal.
Al final de la penÃnsula destaca por si solo un impresionante árbol de 400 años, un Zelkova que marca el fin de la tierra. Un árbol que incluye la leyenda de una serpiente que vive en su interior y sale sólo cuando Corea está en peligro. También cuenta la historia que un soldado japonés, durante la ocupación imperial, quiso cortar este árbol pero su hacha se iluminó y se le rompió la mano, por lo que huyo despavorido.
En resumen, un lugar muy relajante para combatir el ritmo de la ciudad, a pocos kilómetros de la misma. No es un destino turÃstico primario, pues un visitante que quiera conocer los alrededores de Seúl deberÃa ir antes a ver la impactante muralla de Suwon y quizás también el lago Ilsan en primavera (ambos al lÃmite de 1 hora en metro desde Seúl). Tras esto, la cabeza de dos aguas espera.
Muy bonito.
Hermoso, agua,aire,tierra y madera.
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